10 de enero de 2007

El primer amor


Imagen de google

A mi Manuelito.

“Luna” fue una de sus primeras palabras. Su dedo se extendía para volverse enorme y me decía: allá está, nos sigue a todos lados.
En las tardes, cuando paseábamos por nuestro pueblo con olor a pan y la noche nos sorprendía, se aferraba al portón de la casa negándose a entrar porque su luna no lo haría; entonces, le gritaba desaforado tanto que terminaba enronquecido: ¡luna ven, no te quedes ahí, ven!
El amor le duró mucho tiempo, creo que secretamente aún sigue prendado.
Continúa mirándola. Lo sé. Lo he visto con sus grandes ojos negros queriendo atraparla, aunque ya no se atormenta.
Se ha limitado a decir: “La luna parece un barquito de coco”.

4 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

Soy la tía de ese maravilloso niño.

Tan original, tan brillante, que con sus expresiones tan hermosas me deja a mi con sonrisas interiores.

Es un niño poeta -a esa edad que yo extraño estar-.

Una almita que con sus ojos y su voz fuerte puede hacerte temblar y demostrarte que la sensibilidad la trae a cuestas en su cuerpecito.

Nunca podremos dejar de coleccionar sus tempranas frases convertidas en sueños imaginativos.

También es mi Manuelito.

Y ud. no deje de escribir para compartir todo lo que emana ese precioso niño.

Tienes mucho que compartir.

Manuelito y Alexa serán tus poemas.

Me encantó leer este sentir.

Omar Piña dijo...

Lorca escribió un poema, un romance lunero, donde un niño pedía a su madre que le bordara a la luna en la orilla de su almohada. Y ella le respondía: "Hijo, tendrás mucho frío".

María Elisa Quiaro dijo...

luna lunera dime que me quieres

Rosa Silverio dijo...

A mí también me recordaste a Lorca. Qué bonito que tus hijos te inspiran y desaten tu ternura.